martes, 10 de diciembre de 2013

A los miembros del Comité Internacional y los Integrantes de La Asociación Heredia



México, D.F. 10 de diciembre de 2013-12-09

A: miembros del Comité Internacional para los Festivales del Caribe
y  Asociación de Intercambio Cultural “José María Heredia”.

Queridos amigos y colegas, en unos días saldré de México y no estaré en navidad para comunicarme con ustedes desde este “campamento” que he levantado en tierra azteca, y desearles que estas fechas sean venturosas. Para mí no son momentos ausentes de nostalgias y recuentos, pero sé que son días de reuniones con los seres queridos. Son de esperanzas y proyectos, de descanso tal vez.
  Casi siempre la navidad es propiciatoria de meditaciones, análisis y, muchas veces, hallazgos. Les confieso que para mí es como si cada navidad se cerrara el telón; termina una función y empieza el ensayo perpetuo para comenzar de nuevo. Les aseguro que en este nuevo proyecto, como cada año, contaré con todos. Estaré con ustedes cada instante, porque ya no sé hacer otra cosa que internarme en mi obra personal y convivir, casi siempre en silencio, en un anonimato no siempre cómodo, pero sí edificante, con las personas que quiero y comparte un pedazo de mis sueños. En esos sueños están ustedes, los que de alguna forma  vuelan conmigo esta nave indetenible, donde, como el arca salvadora viajamos los que hacemos cultura para el hombre, por los que creen y procuran un mundo mejor.
  Les deseo que sean felices, que puedan hablarles de su amor a quienes aman, que encuentren respuestas a sus interrogantes e inquietudes, que dejen en el camino la espina que lastima. Abran conmigo el telón para que entren a escena los aires nuevos de un 2104 de éxitos y paz.
  Brinden conmigo el 31 de diciembre para recordar a Heredia en su 210 aniversario. Brindemos por ese hombre grande que inauguró el romanticismo en lengua hispana y que les sirvan de sosiego y de bandera estos versos  suyos:
  Paz, adorable Paz, hija del cielo,
  madre de la ventura,
  de la tranquilidad y los amores…

  Los abrazo siempre

Rafael Carralero